C. Presidente de la República.
C. Secretario de Educación Pública.
C. Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
A la Opinión Pública.
Los ciudadanos del Barrio de la Conchita, y adherentes de toda la ciudad que se han sumado al esfuerzo por mantener con vida el Estado de Derecho en el D.F., hacemos del conocimiento público que finalmente éste ha fallecido.
Con más de dos años de esfuerzos por evitar que virus malignos del tipo “modificaciones inconstitucionales a leyes como la de desarrollo urbano”, “utilización de documentos falsos”, “corrupción de magistrados del Contencioso Administrativo”, “indiferencia de organismos de atención a víctimas” que, entre otros muchos, han propiciado la muerte del Estado de Derecho, y el consiguiente germen que genera violencia social y otros efectos patológicos; hemos decidido dejar de luchar, desconectando al paciente a fin de evitarle la continuidad de su sufrimiento.
Con la misma agresividad de un cáncer, las células malignas denominadas EDUCAL S.A. de C.V., CONACULTA, SEDUVI, SETRAVI, a pesar de que los ciudadanos los detectamos y diagnosticamos a tiempo, finalmente han ganado la batalla y están en fase de total destrucción de un barrio centenario como lo es el de La Concepción (Conchita) en Coyoacán.
Para evitarlo, por más de dos años utilizamos medicinas del tipo: escritos y denuncias ante diversas autoridades federales y locales, presencia en medios para mantener a salvo el derecho ciudadano a la información, impresión de volantes explicativos, dos veces cierre de la calle Fernández Leal, una manifestación frente a CONACULTA y otra frente a las oficinas alternas del Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (irónicamente denominadas “administración del espacio público”), inicio de litigios ante el Poder Judicial Federal, el Contencioso Administrativo y la Procuraduría del DF, entre otras.
Estos remedios los adquirimos en farmacias especializadas como lo son: La Jefatura de Gobierno, la Delegación de Coyoacán, la PAOT, la Contraloría de la Ciudad, la Presidencia de la República, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de la Función Pública, la Comisión de Derecho Humanos del DF, el Senado, la Cámara de Diputados, la Auditoria Fiscal de la Federación y la Asamblea Legislativa de la Ciudad.
Los altísimos costos de estos medicamentos fueron sufragados en su totalidad por más de 100 ciudadanos habitantes del Barrio de la Conchita, que con pesar hemos visto su inocuidad e ineficacia y finalmente la muerte lenta del Estado de Derecho. Desafortunadamente los virus de corrupción, ineficacia e impunidad que envuelven a todos los mencionados anteriormente, han mutado hasta alcanzar un grado letal que impide su extinción.
Por todo ello, y a fin de que la ciudadanía de otros barrios y colonias tome las medidas necesarias para evitar, hasta donde les sea posible, la contaminación de esta insalubre y mortal enfermedad, hacemos de su conocimiento, que el próximo jueves 9 de febrero, velaremos al Estado de Derecho a partir de las 7 de la mañana. La cita es en las afueras de la iglesia de la Conchita, totalmente afectada por la indiferencia irresponsable de los caciques culturales incrustados en CONACULTA y las obras realizadas por ese negocio particular conocido como EDUCAL S.A. de C.V.
Te invitamos a asistir vestido de luto, o cuando menos con un moño negro en tu brazo y reproducir esta esquela y colocarla en lugares públicos (escuelas, parques, plazas, mercados) y en las puertas y ventanas de tus vecinos.
Así mismo, como medida emergente para evitar en lo posible la proliferación de la enfermedad que han propiciado estos agentes patógenos, te invitamos a sumarte al boicot, en contra de las tiendas EDUCAL S.A. de C.V., empresa mercantil que presume de tener una situación financiera boyante, pero que en realidad vive de los impuestos que pagamos.
De igual forma, y también como una medida paliativa, invitamos a autoridades, ciudadanos en general, medios informativos, intelectuales, artistas y analistas políticos y culturales a seguir recabando evidencia e información que permita documentar y dejar constancia de la anómala actuación de la titular de CONACULTA quien, con enorme discrecionalidad e impunidad, continúa despilfarrando recursos públicos con sus ocurrencias disfrazadas de una supuesta “política cultural del siglo XXI”, que en el caso de La Conchita han contado con la complicidad de la SEDUVI.
Parte del expediente clínico que describe la muerte del Estado de Derecho en La Conchita, Coyoacán puede consultarse en CONACULTA y SEDUVI: La ilegalidad autoritaria. http://imoeeorienta.blogspot.com
Atentamente
México, D.F. 8 de febrero de 2012
Los vecinos de La Conchita, Coyoacán.