sábado, 30 de marzo de 2013

El cinismo de Educal






 Una nueva “Estela de Luz” en Coyoacán
"No opera, pero se encuentra funcionando"

¡El colmo del cinismo!


Alto a la impunidad, alto al cinismo


¡El desacato de CONACULTA debe ser castigado!


La corrupción en SEDUVI debe ser investigada

    Indignados y hastiados por la forma en que tanto las autoridades federales y como las locales de esta ciudad tratan a la ley y a sus habitantes, los vecinos de La Conchita Coyoacán denunciamos ante la opinión pública que:

- Con el más burdo de los cinismos, en contra de toda moral y ética del servicio público, en forma grotesca, autoritaria y, sobre todo, de manera ilegal, CONACULTA y su filial EDUCAL han puesto en operación (dicen que su librería no está en operación, sino en investigaciones de mercadeo y de funcionamiento, véase foto) su faraónica obra en Fernández Leal 43, en el Barrio de La Conchita en Coyoacán, a pesar de que enfrentan una sentencia de tribunales para regresar el predio a su uso original (habitacional), y a sabiendas que, originalmente, el amparo promovido por sus abogados tuvo como primera resolución el que detuvieran la obra. 

   - Aprovechando un impasse jurídico, y ante lo inminente de la sentencia final que con toda seguridad les será adversa, y en pleno desacato, Consuelo Sáizar y los funcionarios que le han seguido en el puesto, pretenden imponer por la vía de los hechos consumados, su nada rentable negocio con una actitud verdaderamente gansteril, en donde la ley y la ciudadanía les importan un bledo.


·  - ¿Cómo es posible que las autoridades, tanto centrales como delegacionales, han permitido la inauguración de un obra edificada en un predio cuyo uso debe ser habitacional y, además, ahora permiten la operación de la librería cuando CONACULTA-EDUCAL no han cumplido con los trámites de terminación de obra, ocupación y apertura de su centro mercantil? 


·  - CONACULTA-EDUCAL han inaugurado su “centro cultural” a pesar de que no cuentan con el visto bueno ni de la Delegación, ni del Instituto Nacional de Bellas Artes ni tampoco de SEDUVI. La obra no ha sido concluida y muestra graves deficiencias en relación al proyecto originalmente presentado; además de seguir tirando a las alcantarillas diariamente miles y miles de agua potable. 

   - ¿Cómo es posible que se permita que la librería opere un servicio de "valet parking" fuera de toda norma?


- Pero en fin, para qué seguirnos preguntando; vemos con desencanto e indignación que las cosas siguen igual o pero que antes. Nos damos cuenta que esto y más es posible en nuestra Ciudad. 

- El gobierno ha cambiado, pero sigue la misma ilegalidad e impunidad. 


- Llamamos a los vecinos de La Conchita a redoblar nuestra batalla legal en los tribunales y nuestras protestas pacíficas aquí en la calle para impedir que CONACULTA y EDUCAL se salgan con la suya.


“La lucha continúa...”


Ciudadanos del Barrio de La Conchita, 
Coyoacán, marzo de 2013


viernes, 29 de marzo de 2013

Apuntes para una historia sobre la ilegalidad de la librería EDUCAL en La Conchita, Coyoacán


Apuntes para una historia sobre la ilegalidad de  la librería EDUCAL en La Conchita, Coyoacán


1. A partir del mes de agosto del año 2010, los vecinos de la Colonia de La Concepción de la Delegación Coyoacán iniciamos un juicio contencioso administrativo en contra del uso de suelo concedido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) a favor de EDUCAL y de CONACULTA en el predio número 43 de la calle Fernández Leal.
2.  El certificado del uso de suelo impugnado mediante este juicio se concedió de manera anómala para permitir a EDUCAL la utilización de dicho predio como de equipamiento de servicios (ES), lo que resultaba totalmente arbitrario, ya que, de conformidad con el Programa Parcial de Desarrollo aplicable al Centro Histórico de Coyoacán, así como las disposiciones administrativas en la materia, a dicho inmueble le correspondía (le sigue correspondiendo) estrictamente un uso habitacional (H1).
3. La Cuarta Sala Ordinaria del Tribunal Contencioso, después de un año y medio de juicio, resolvió que los vecinos no teníamos ningún interés jurídico para promover el juicio ante el Tribunal, por lo cual se desechaba totalmente su acción.
4. En contra de esta resolución, se acudió en recurso de apelación a la Sala Superior del mismo Tribunal Contencioso. Esta instancia confirmó el fallo anterior de la Sala y, además, adujo que una de las pruebas primordiales del juicio no había sido aportada por los vecinos, cuando en realidad sí se encontraba al interior del expediente.
5. Frente a estas negativas de las autoridades del Distrito Federal por apegarse a la legalidad, los vecinos acudimos, mediante un juicio de amparo, a tribunales federales, reclamando lo siguiente:
a) el respeto a la jurisprudencia en firme de la Suprema Corte de Justicia para la defensa de derechos sociales y colectivos, 
b) el derecho de acceso a la justicia de parte de los vecinos del Barrio de La Conchita y 
c) la protección del desarrollo urbano, social y ambiental en la zona.
6. Esta solicitud de amparo se radicó en el Décimo Segundo Tribunal Colegiado del Primer Circuito, quien en concordancia con los argumentos de los vecinos decidió concederles el amparo y protección de la Justicia Federal.
7. Así, esta Superioridad Federal ordenó al Tribunal Contencioso Administrativo dictar una nueva sentencia a favor de los colonos, en donde se hiciera cargo de los argumentos vertidos por ellos y de ciertas pruebas documentales que sí se encontraban en el expediente.
8. En cumplimiento de la orden del Décimo Segundo Tribunal Colegiado, el Contencioso emitió una sentencia con fecha 12 de junio de 2012 en donde, finalmente, reconoció que el uso de suelo concedido a favor de EDUCAL era ilegal y no tenía ninguna validez jurídica.
9. El Tribunal Contencioso describió la irregularidad del uso de suelo para equipamiento de servicios. También se pronunció en el sentido de que, en el proceso de toma de decisión de las autoridades administrativas, nunca se les dio la oportunidad de intervención a los vecinos, tal y como lo ordenaba la Ley de Desarrollo Urbano.
10. Con los errores en el uso de suelo, la sentencia de 12 de junio de 2012 declaraba la ilegalidad del uso para Librería, Restaurante y Auditorio, al mismo tiempo de que ordenaba el regreso del inmueble 43 de la calle Fernández Leal a su uso habitacional.
11. CONACULTA, a pesar de que no tenía interés jurídico en el asunto y a pesar de que dicha institución no era propietaria del inmueble –ya que éste pertenece hoy por hoy a EDUCAL- decidió acudir en un nuevo juicio de amparo para defender los intereses privados de EDUCAL. Esto, sin ninguna explicación lógica o racional. Es absurdo tener a una institución pública defendiendo los intereses de un particular, utilizando fondos públicos y a funcionarios públicos del Estado para resguardar intereses privados de una empresa llamada EDUCAL.
12. Del juicio indebidamente iniciado por CONACULTA tocó conocer al mismo Décimo Segundo Tribunal Colegiado, quien en noviembre de 2012, a sólo cinco meses después de haber dado la razón a los vecinos, ahora resultó que emitió una sentencia contraria a lo que inicialmente había resuelto.
13. Esta vez validó el uso de suelo e hizo caso a los argumentos irregulares de CONACULTA. De acuerdo con el artículo 107 fracción V, inciso c) párrafo segundo de la Constitución, las autoridades federales (como CONACULTA) no pueden acudir en juicio de amparo si no es estrictamente para la defensa de sus intereses patrimoniales. En este asunto, nunca se vio arriesgado el patrimonio de CONACULTA, ya que la obra pertenece de manera estricta a EDUCAL. Contrario a dicha norma constitucional, el Décimo Segundo Tribunal Colegiado la irrespetó y cambió el sentido de su postura en perjuicio de los vecinos.
14. Los vecinos, ya después de tanto camino jurídico transitado, hemos decidido interponer la revisión del caso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo, sin embargo, de primera instancia la Suprema Corte negó el conocimiento del tema por falta de importancia y de trascendencia, así como por falta de una supuesta interpretación constitucional, siendo que los vecinos alegan la violación directa de CONACULTA y del Tribunal Colegiado al artículo 107 fracción V, inciso c) párrafo segundo de la Constitución General.
15. Ante esto, los vecinos acudimos a los recursos necesarios ante la Suprema Corte, esperando que ésta reconsidere su decisión.
16. A pesar de que hasta el momento no existe una resolución definitiva, los vecinos seguimos sufriendo constantes violaciones a nuestros derechos, ya que desde la emisión de la sentencia de 2012 que nos fue favorable, CONACULTA y EDUCAL la irrespetaron y han seguido operando el inmueble de manera ilegal y con el consentimiento descarado de la Delegación.
17. Ahora, además, hemos sufrido un nuevo retraso en la obtención de una decisión verdaderamente definitiva, en virtud de que la Suprema Corte, al momento de notificar su primera decisión directamente a los vecinos, lo realizó en un domicilio equivocado, quitándonos la oportunidad para combatir su resolución.
18. La actuaria adscrita a la Secretaría General de Acuerdos de la Suprema Corte acudió a un domicilio equivocado, supuestamente señalado por CONACULTA en su demanda inicial. Sin embargo, aquí la Suprema Corte no se tomó la molestia de revisar que el Tribunal Colegiado no había notificado a los interesados en ese domicilio erróneo señalado por el CONACULTA. Tan erróneo resultaba ser, que en todo el juicio de amparo a los interesados se les notificó en otro domicilio cierto y verdadero, pero no en el que CONACULTA había señalado en su demanda y que indebidamente validó la Corte.
19. Los vecinos ya hemos ofrecido pruebas de lo anterior en copia certificada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que, dicha Superioridad, reconsidere su error. De hacerlo así, entonces, los vecinos estaremos en aptitud legal para reclamarles el estudio de fondo del presente asunto en donde, como ya afirmamos, se ha violado de manera directa el artículo 107 fracción V, inciso c) párrafo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
20. En este largo y sinuoso camino en busca de la aplicación de la ley, los vecinos hemos tenido que soportar una constante denegación de justicia. En este sentido por ahora las únicas conclusiones a las que podemos llegar son las siguientes:
21. Después de tres años de constante lucha jurídica, a los vecinos constantemente se nos niega la sentencia por las autoridades del Distrito Federal y, después, cuando por fin un Tribunal Federal Colegiado se nos da la razón, ese mismo Tribunal revoca su propia decisión en tan sólo cinco meses.
22. A pesar de que el CONACULTA y EDUCAL nunca tuvieron una resolución favorable, decidieron arbitrariamente continuar la construcción y operación del inmueble. Incluso, teniendo una resolución en firme en junio de 2012, nadie aca tal decisión de parar la obra, en respeto mínimo a los derechos sociales y colectivos de los vecinos. Ni CONACULTA ni Educal, ni SEDUVI, ni la misma Delegación han respetado la ley.
23. En todo esto es importante tener presente que la propia SEDUVI reconoció en un dictamen de su dirección jurídica haber actuado incorrectamente al momento de emitir el certificado de uso de suelo ilegal, que combatimos los vecinos y que, sin embargo, no actuó en consecuencia.
24. Sin aún existir un nuevo pronunciamiento del Tribunal Colegiado y sin haber resuelto aún en definitiva la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Librería aceleró de manera abrupta su terminación y sus empleados procedieron a su inmediata apertura sin autorización de los Tribunales, ni de la Delegación.
25. Incluso, avalando estas ilegalidades, a la inauguración de la librería acudió el actual Delegado de Coyoacán, el pasante de derecho Mauricio Toledo, siendo que existía todavía una resolución judicial latente que estimaba ilegal el uso para equipamiento de servicios del inmueble.
26. La Suprema Corte, ahora, tiene en sus manos la decisión de aceptar o negar su intervención en relación a la violación suscitada en el presente asunto al artículo 107 fracción V, inciso c) párrafo segundo constitucional cometida tanto por CONACULTA como por el mismo Tribunal Colegiado. Sin embargo, antes, el Alto Tribunal debe reconocer que notificó a los vecinos en un domicilio totalmente desconocido, ya que de no hacerlo, nos dejaría ya sin defensa judicial.
27. Hasta hoy, ha existido una patente negación de justicia y nuestros derechos colectivos han sido afectados; afectación que sigue ocurriendo con el funcionamiento actual de la librería que escudándose en quien sabe qué cuestión administrativa afirma muy oronda no estar operando, ante la complacencia de las autoridades delegacionales (léase Mauricio Toledo).














La librería Educal en el Barrio de La Conchita: 
Es hora de destapar la cloaca: 
El caso de Guerra Castellanos y Asociados
Segunda Parte
 

En el apartado número 13 del documento dado a conocer por la ASF, del que dábamos cuenta en la primera parte de esta entrega, se señala que la Dirección General de Administración (DGA) de Conaculta, mediante el contrato número CNCA/DGA/PS/01254/11 del 1 de marzo de 2011, contrató através de una adjudicación directa los servicios profesionales de la empresa Guerra Castellanos y Asociados, S.A. de C.V. (despacho de gestoría política muy cercano a Televisa dirigido por el hijo que tuviera Rosario Castellanos con el filósofo Ricardo Guerra).  
El motivo de esta contratación fue realizar el “análisis y diagnóstico de la problemática que enfrentaba el CONACULTA respecto de la construcción del centro cultural “Elena Garro” a fin de determinar los distintos escenarios posibles y sugerir las acciones a realizar para dar solución a la misma”.
Según los informes de actividades mensuales entregados por la empresa Guerra Castellanos y Asociados S.A. de C.V., los objetivos de su servicio fueron lograr el retiro de la clausura y aval de las autoridades delegacionales y de los vecinos por el caso del Centro Cultural Elena Garro; neutralizar y/o contrarrestar posibles riesgos a la imagen del CONACULTA; coadyuvar a crear un clima mediático favorable para su construcción y mantener la línea de comunicación con el Comité Ciudadano de la Conchita.
En los informes, el despacho contratado afirma haber realizado actividades de identificación de los principales actores (aliados y opositores) del caso; comunicación constante y reuniones con directivos del CONACULTA, EDUCAL, S.A. de C.V., integrantes de Comité Vecinal del Barrio de la Concepción y otros líderes vecinales de la Delegación Coyoacán; monitoreo constante del tema en redes sociales y medios de comunicación y desarrollo de posibles escenarios y elaboración de notas con recomendaciones.
Los resultados de la auditoría muestran que para realizar la contratación del despacho Guerra Castellanos y Asociados, la DGA no emitió el dictamen, requerido normativamente en estos casos, en donde se determinaba que no se contaba con personal capacitado o disponible para la realización del servicio contratado, ni tampoco elaboró el informe donde se dieran a conocer los resultados obtenidos y la forma de como los servicios contribuyeron al logro de los objetivos, lo que debió haberse entregado a la titular del CONACULTA y al Órgano Interno de Control.
La auditoría también reportó que la erogación fue con cargo a la partida restringida 33104 “Otras Asesorías para la Operación de Programas”, y para lo cual tampoco se cumplió con los requisitos consistentes en informar a la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros de la SEP la descripción sucinta del objeto del contrato.
El monto que se le pagó al despacho del hijo de Rosario Castellanos por esta actividad supuestamente profesional ascendió a 2,041,600 pesos, cantidad que en total fue cobrada en ocho exhibiciones mensuales através de los instrumentos Cuentas por Liquidar Certificadas correspondientes. Es decir, ¡Conaculta pagó durante ocho meses para supuestos trabajos de cabildeo y mejoramiento de su imagen en La Conchita más de 250 mil pesos mensuales! Sí, más de un cuarto de millón de pesos mensuales, durante ocho meses.
Para este conjunto de anomalías administrativas, que en el contexto de las enormes irregularidades involucradas en la construcción de la librería Elena Garro representan tan sólo una pequeña parte, la ASF determinó la siguiente recomendación: "Ante el Órgano Interno de Control en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para que realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente, por los actos u omisiones de los servidores públicos que en su gestión realizaron la contratación de los servicios profesionales con la empresa Guerra Castellanos y Asociados, S.A. de C.V., por 2,041.6 miles de pesos sin emitir el dictamen respecto de que no se contaba con personal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes capacitado o disponible para la realización del servicio; no elaboraron el informe donde se diera a conocer como contribuyeron los servicios al logro de los objetivos de la institución, y no informaron a la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros de la Secretaría de Educación Pública la descripción sucinta del objeto del contrato.
Sabemos que con esta recomendación no se tocará a la señora Sáizar y que las sanciones serán menores para los funcionarios involucrados; pero por algo se empieza y ahora esperamos que la Contraloría de Conaculta haga pronto su trabajo.
Independientemente que los instrumentos aplicados por la propias ASF no le permiten evaluar la calidad del trabajo del despacho de Guerra y Asociados (por cierto ahora registrado para hacer cabildeo en la Cámara de Diputados a favor de Televisa); consideramos que hay elementos para que también se le sancione. Parafraseando a Woody Allen: ¡Qué mal trabajo realiza; pero eso sí, cobra muy caro!